jueves, 17 de noviembre de 2011

Una opinión sobre el Jardín Botánico de Montevideo, Uruguay,

Edificio patrimonial en el Jardín Botánico. Foto de Guillermo Chaves H.


El Jardín Botánico de Montevideo, Uruguay,  cuenta con un museo de botánica adjunto. Fue fundado el 17 de abril de 1902 y es uno de los atractivos paisajísticos en una ciudad que en general es muy agradable de recorrer y visitar. Montevideo cuenta con una serie de grandes parques metropolitanos, avenidas y calles arboladas hacen que haya una serie continua de corredores verdes, amortiguando el tránsito y las visuales de las superficies duras, como pavimentos y edificaciones.


Calle principal de acceso al área del Jardín Botánico. Foto de Guillermo Chaves H.

El Jardín Botánico lleva el nombre del profesor y botánico Atilio Lombardo quien lo dirigió durante el periodo de 1940 a 1973, organizando las colecciones, e incrementando en gran medida el Herbario. Depende administrativamente de la Intendencia Municipal de Montevideo. El Jardín Botánico tiene unos 1000 taxones, está especializado en plantas endémicas de Uruguay, pero además tiene también numerosas plantas de otras partes del mundo.

Como arquitecto y paisajista no puedo evitar dar mis impresiones durante mi visita reciente a este jardín, al que llegué hace poco, la verdad algo tarde en el día como para conocerlo bien. Sin embargo me atrevo a hacer unas observaciones desde mi perspectiva como técnico y especialista en arquitectura de paisaje.

Vista parcial de viveros de plantas a pleno sol del Jardín Botánico. Foto de Guillermo Chaves H.

Como un jardín con más de 100 años de historia, es importante que haya un diálogo claro sobre los bienes patrimoniales de gran valor históricos y paisajístico, que es preciso que perduren en el tiempo, frente a una institución que debe renovarse y evolucionar mostrando también los avances del conocimiento en la difusión sobre los vegetales. Es factible que también se pueda incorporar el arte y la arquitectura entre las colecciones. Siempre es muy estimulante para el observador nativo y extranjero conocer flora local. Hay una tendencia en los jardines botánicos de creación reciente, a mostrar no solo especies aisladas o colecciones, sino las relaciones ecológicas en recreaciones de “biotopos”, que pueden tener el fin implícito de propiciar su conservación.


Fuentes, estanques, muros históricos que dan su aporte clásico al conjunto. Foto de Guillermo Chaves.

Algunas veces estas muestras ayudan a ampliar la percepción del ciudadano sobre la propia riqueza biológica del país. Sucede cuando se ven confrontados con el deterioro continuo de sitios muy valiosos, que se están perdiendo por el desconocimiento que existe sobre su diversidad biológica.

Debe haber muchos ecosistemas amenazados de degradación o desaparición en Uruguay. No es difícil imaginar que las actividades productivas extensivas han hecho desaparecer la mayor parte del paisaje nativo. Hay una gran presión sobre áreas fértiles y sobre emplazamientos cuyo interés comercial está en la riqueza del paisaje. Las costas, como en muchas partes del mundo, son áreas propicias para la especulación inmobiliaria y son propensas a convertirse en conjuntos turísticos que avasallan los ecosistemas endémicos. Es típico de nuestros países que la fragmentación de hábitats y la subestimación del valor como hábitat de muchas zonas, como los médanos costeros,  propicien su desaparición. Es una apuesta difícil conservar parte de estas bellezas naturales como patrimonio colectivo al que futuras generaciones tienen el derecho de disfrutar.   

Menúfares y otras plantas acuáticas están en un típico estanque barroco. Un gran aporte sería construir un humedal artificial de mayor escala que muestre la rica diversidad biológica de los humedales uruguayos. Foto de Guillermo Chaves.

Una posibilidad de renovación que ofrece este jardín, es porque cuenta con muchas áreas, al parecer despejadas, que permitirían nuevas construcciones de interés botánico. Esto sería un aporte que podría resultar vital para la conservación de biotopos amenazados, que simplemente pasan por alto el común de la gente. Al promover la preservación " in situ" de estos paisajes particulares se puede generar la conciencia de recuperar áreas degradadas o sometidas a la presión especulativa. La estabilidad o recuperación del ecosistema puede empezar con la educación sobre la importancia de preservar las especies nativas como “banco de diversidad biológica”, con el potencial de que a futuro surja para una nueva medicina (entre muchas otras posibilidades), o como un bien cultural que da los rasgos distintivos a un paisaje particular. Esta es precisamente una de las funciones habituales de un jardín Botánico.

La rica diversidad biológica se manifiesta en su esplendor en una playa cercana a Punta del Este. Foto de Guillermo Chaves H.

Otra posibilidad es mostrar los usos tradicionales de las plantas y los conocimientos aportados por la etnobotánica, como una especialización científica. Un Jardín Etnobotánico suma más interés por las connotaciones culturales surgidas por la relación íntima de las hierbas con el ser humano. Es un hecho que con la estrecha vinculación del ser humano con las plantas han surgido también connotaciones y significados culturales propios de Uruguay que permitirían también analizar su historia cultural.


Pude ver un remanente del matorral psamófilo, muy disminuido por la presión del paisaje costero. Se desarrolla desde Colonia a San José. Es un bosque relativamente bajo, denso, espinoso, donde la altura máxima de los árboles es de 8 m. Generalmente los árboles más altos crecen en hondonadas entre las dunas. Foto de Guillermo Chaves H.


Sé que hay razones históricas para que existan colecciones establecidas con orientaciones específicas.  Una ordenación por temas como razones históricas, culturales, flora local, flora exótica, etc, es lo deseable, pero esto no quita que se incorporen innovaciones como nuevas colecciones con otra orientación. También elementos artísticos como esculturas o espacios arquitectónicos sugerentes, y otras ideas que ustedes juzgarán oportunas o no. En fin, lo bueno es que es un jardín que ofrece un servicio público. muy importante para la sociedad, que es gratuito para todo visitante y es un espacio ideal para la contemplación y el relajamiento del espíritu. Ya se tendrá la oportunidad de que las nuevas generaciones de arquitectos paisajistas que están por incorporarse a la vida profesional, de que puedan dar su aporte a esta institución centenaria y provocar los cambios que hagan destacar este jardín botánico en la región.

Plano tomado de http://www.achus.info/sitio/3483.asp




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2 comentarios:

  1. hola . es un lugar divino . sería bueno solucionar lo de las clasificaciones en los cartelitos que denominan a cada árbol ya que no están con información y curar unos absolutos que tienen hongos .. lo demás muy muy buen logar . gracias

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  2. hola . es un lugar divino . sería bueno solucionar lo de las clasificaciones en los cartelitos que denominan a cada árbol ya que no están con información y curar unos absolutos que tienen hongos .. lo demás muy muy buen logar . gracias

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